Un Matrimonio entre Musk y Twitter: Su Impacto en Las Big Tech
Introducción
En 25 de abril de 2022, Twitter sorprendió al mundo por anunciar su compra, calculada en $44 mil millones de dólares, por Elon Musk. La junta directiva de Twitter aprobó la oferta, la cual podría traer unos $54.20 por título a los accionistas de la empresa. Musk, un emprendedor global y figura polémica, declaró sus ganas de invertir en Twitter por causa de su potencial futuro y su impacto en la democracia global.
Ahora, unas semanas después, Musk temporalmente pausó el trato pendiente de la conclusión de una investigación interna de Twitter sobre sus cuentas falsas. En especial, Twitter está confirmando que la cantidad de cuentas falsas aportan menos de 5% de sus usuarios en total. Además, el equipo legal de Twitter acusó a Musk de violar un acuerdo de confidencialidad. Sin embargo, el sector tecnológico apenas habla de otros asuntos aparte de la privatización posible de unas de redes sociales más grandes del mundo. ¿Cómo cambiaría la plataforma bajo su dirección? ¿Qué significa la propiedad de Musk sobre Twitter en términos de libre expresión y moderación del contenido? ¿Si el trato tiene éxito, cómo podría impactar al futuro de tecnología en general?
Manual de Musk: Cómo Parecería Twitter Bajo su Liderazgo
Aunque es especulativo, Musk ha hablado públicamente de sus planes para el gigante de redes sociales. También podemos inferir sus cambios intentados por causa de su historia como empresario multimillonario e innovador constante.
En resumen, si se logra el acuerdo, probablemente resultará que Twitter implemente las siguientes acciones:
1. Políticas menos escrupulosas de moderación del contenido a favor de libre expresión.
Musk ha reafirmado sus intenciones a aumentar libre expresión en la plataforma de Twitter. Por lo tanto, el multimillonario probablemente promovería políticas menos estrictas de moderación del contenido. Musk también se opone a expulsiones individuales en el sitio, declarando que “expulsiones permanentes deben ser muy pocas.” Para Musk, un dicho “absolutista de libre expresión,” cualquier esfuerzo de restringir o expresión o acciones por redes sociales significaría un asalto en derechos generales de libre expresión.
Sin embargo, estos cambios sugeridos desharían todos los esfuerzos recientes de Twitter a reducir abuso y contenido dañoso en su plataforma. Hay preocupaciones legítimas que la postura de Musk aumentaría incitación al odio a lo largo del sitio. Además de esto, la falta de protecciones claras sobre el contenido creado por usuarios probablemente se pondría en conflicto con regulaciones amplias de Big Tech. En el mes pasado, oficiales de la Unión Europea aprobaron una legislación que manda que empresas de las Big Tech tomen más control sobre incitación al odio y desinformación en redes sociales.
2. Más investigaciones de cuentas falsas.
Sin embargo, los botnets y cuentas falsas no serán protegidos bajo de las políticas de Musk. De hecho, él sigue contando de sus planes a aumentar escrutinio y eliminación de cuentas creadas por bots automatizados. El acuerdo entre Twitter y Musk está temporalmente en suspenso porque el empresario ha insistido en recibir datos correctos sobre la prevalencia de cuentas falsas en el sitio. En el pasado, Twitter insuficientemente representó la diseminación de cuentas spam por su plataforma.
3. Menos anuncios, ambos por plataforma y por ingresos corporativos.
En 2020, la publicidad constituyó aproximadamente 90% del ingreso total de Twitter. Musk la quiere reducir hasta 45% como parte de su plan general de bajar la dependencia corporativa en publicidad. Esto también puede ser parte de sus objetivos de dar más autonomía para usuarios. Musk parece visualizar un Twitter en lo que usuarios tengan mucho más control sobre sus propias experiencias en el sitio.
4. Desarrollo de productos más eficiente, particularmente con respecto a servicios de pago.
Bajo el liderazgo de Musk, los equipos de producto en Twitter se podrían convertir aún más ocupados. El empresario ha expresado sus planes de acelerar el desarrollo de productos, particularmente los negocios de pagos en Twitter. Según una presentación que dio a inversores, Musk quiere lograr $15 millones de servicios de pagos digitales por la plataforma de Twitter.
“Dynamist” Digital o Multimillonario Descarado?
Si continue el acuerdo entre Musk y Twitter, los inversionistas empresariales estiman que el trato cerrará dentro de 6 meses. Esto significa que el Twitter como el mundo lo conoce podría cambiarse al final del año.
Por mucha gente, la pregunta persistente es: Por qué Elon Musk quiere tener Twitter? Respuestas proponentes a esta pregunta varian desde pensamientos sobre el supuesto ego de Musk a sus motivos políticos a explanaciones simples de “porque él puede.”
La verdad es que la decisión de Musk parece tratar menos de lo político y más de la libre expresión y innovación. En su op-ed para el New York Times, Ross Douthat describió a Musk como un “dynamist,” o alguien que prioriza la innovación y transformación antes de todo. Como ya mencionado, Musk es un gran emprendedor quien está motivado por cambios constantes. Está apasionado por libre expresión, cuestionar a las normas de sociedad y disputar maneras tradicionales de pensar. Para Musk, Twitter es la “plaza digital en donde se debate asuntos vitales para el futuro de humanidad.” Entonces, él ve a Twitter como una plataforma que fomenta nuevas ideas y soluciona problemas.
E pluribus unum (“De muchos, uno”)
Esto dicho, un problema más grande permanece, un asunto aún más complejo que o las múltiples empresas de Musk o su fortuna multimillonaria. Ese problema se base en el hecho que un solo individuo está permitido tener propiedad legal de un poder tecnológico como Twitter. La tecnología representa una parte clave de la experiencia humana moderna, y ponerla en las manos de una sola persona significa que ese individuo tiene control sobre discurso público, el consumo masivo de información y percepciones globales de lo real y lo falso.
En mundo ya llega de ser uno en lo que noticias cambian de imprentas a publicaciones digitales, el discurso intelectual y tradicional se sale de instituciones académicas a favor de plataformas en línea, y realidad humana cruzan desde experiencias naturalizadas a las con certeza algorítmica. Esto no trata de Elon Musk, ni de la propiedad de Jeff Bezos sobre The Washington Post ni la compra de Patrick Soon-Shiong de Los Angeles Times. Esto trata de si la experiencia de usuarios puede y debe ser manejada por una sola persona. Tal vez sí, tal vez no. Pero se necesita afrontar este dilema antes del próximo Elon Musk empiece a determinar cómo la población global interactúa con el mundo digital.
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